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.De niños somos bien pinches maleables y consumistas, nomás vemos un comercial en la tele del nuevo coche a control remoto, o la figura de acción de la última película de Silvester Stalone Vin Diesel, y ya se nos anda cayendo la baba y empezamos a joder a diestra y siniestra a nuestros padres, hasta que estos acceden a comprarnos el pinche juguete, o en su defecto, darnos una bofetada.
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Pues yo era así de malcriado, tanto que si me llegara a conocer de niño, como lo hizo una vez Bruce Willis en una película muy mala, me daría unas buenas nalgadas por mamón e insoportable. Pero eso de ser un mocoso consumista y manipulable, no sólo perjudica a los padres, también perjudica al mismo niño que ante su ceguera ocasionada por Hasbro, Mattel, Disney y Warner Bros, se pierde de muchas cosas bonitas, interesantes y enriquecedoras como la lectura, los deportes, Discovery Channel y en ocasiones hasta la buena gastronomía.
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A poco no existe toda una generación, cuya comida favorita es la lasagna porque de chabelos veían Garfield. Pos hoy es el día en que me dejo de pendejadas y declaro la carne al pastor, en todas sus presentaciones, como mi platillo favorito. También aprovecho para maldecir al eunuco efebo Macaulay Culkin por poner de moda la pizza de sólo queso en la infame película Home Alone, gracias a la cual, me perdí de muchas pizzas de champiñones, jamón, huitlacoche -esa no la he probado, pero ha de estar buena- y otras delicias que tanto sabor le dan.
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Afortunadamente ya tengo criterio propio y la televisión, con todo el poder de persuación que tiene, me hace los mandados, pero bueno, los dejo porque tengo que ir a hacer mi tarea con mi nueva lap top Sonny Vaio, para que me de tiempo de ir de shopping, y estrene ropa hoy en la noche que vaya al antro a embriagarme con cerveza Heineken y vodka Smirnoff, al beat de buena música lounge y psycho, byeeeeeee.
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