miércoles, 19 de noviembre de 2008

El otro día soñé que era Dios

El otro día soñé que era Dios (aunque no lo crean, no lo soy), era yo mismo, pero en magnas proporciones, mayores aún que las de mi miembro viril –y eso ya es decir mucho-. La Tierra, frente a mí, no se veía más grande que una pelota de playa y, repentinamente, tuve una epifanía que me hizo proferir, con la autoridad y alcance que sólo yo podía tener, un sublime discurso que empezó con un rotundo:

¡AAAAAALTO HIJOS DE PUTA!

…Sí, todos, dejen de hacer lo que estén haciendo, despiértense pinches chinos huevones, no me importa que les espere una jornada laboral de 16 horas. ¡Frenen todos las máquinas, escúchenme! Sí, tú también Juanito, déjate ahí, no seas cochino.

Hijos míos, desde mi perspectiva, la única real y omnisciente, puedo ver que le hemos partido la madre al mundo con tanta contaminación y consumismo irracional, por lo que desde de hoy, tomaré medidas drásticas que serán acatadas al pie de la letra sí o SÍ.

Ustedes, bola de culeros que andan produciendo papel, van a convertir esa fábrica en un albergue para gente pobre, bueno, para gente más pobre que ustedes, y se me van orita mesmo a plantar árboles. Los de ahí, esos que están sembrando puro vegetal transgénico que además erosiona la tierra, en chinga se dirigen a los ríos a limpiar el cagadero que dejaron los fabricantes de papel. Ey ey! Sí, ustedes, pinches chinos que andan fabricando USBs casi deshechables de cinco varos, agarran y se los meten en el culo, porque esas chingaderas contaminan más que la verga, y de paso a ver si así se les abren los ojitos, porque me molesta de sobremanera esa mirada parcial que tienen…


Y así seguí dando inteligentes órdenes que conformaban todo un plan de desarrollo sustentable y, en menos de tres meses, el mundo ya tenía otra cara, una mas o menos así =)… y pos ya, frené el calentamiento global, el agujero de ozono desapareció, el Polo Norte volvió a tener hielo y Cancún playas, no hubo más desigualdad social, sus hermanas recuperaron la virginidad, y pos yo fui eternamente contemplado y admirado como el ser más guapo, inteligente y chingón de la Tierra y todas las mujeres querían conmigo, aunque ésto último no sé si lo soñé o pasó en la fiesta que fui el fin de semana pasado.

Y pos eso fue todo, adios amigos.